Un ‘gatopardo’ para calmar Vox Málaga
El nuevo responsable de la gestora de Vox Málaga interviene en durante un acto de la candidatura de José Enrique Lara en la campaña de las primarias. L. O.
Un ‘gatopardo’ para calmar Vox Málaga
«Lo sucedido en los últimos meses evidencia el peligroso concepto de la democracia interna que maneja la formación»
El dicho de ‘año nuevo, vida nueva’ se ha apoderado de repente del espíritu reinante en la barra de La Bodeguilla,
Los temas de su tertulia etílico-política han saltado de un extremo de la baraja de las siglas al otro.
Desde Podemos hasta Vox. Y el desencadenante no ha sido otro que la tradicional visita que suele rendirle por estas fechas al establecimiento un hombre de bien apodado ‘Paco el patriota’.
Su amistad de décadas con ‘El tabernero’ ha resistido siempre a las antípodas ideológicas que separan a uno del otro.
O, quizás, esta distancia insalvable sea la que alimente una lealtad que, antes de la pandemia, se plasmaba en la enésima ronda con un abrazo de ambos en el que siempre le gritaban al resto de parroquianos lo mismo:
«Lo último en esta vida es ser sectario, no se debe juzgar a nadie porque sea de derechas o de izquierdas, del Barcelona o de Don Real Madrid».
Allí, a nadie se le escapa ya que Paco es un señor diestro y que es honrado hasta el punto de abonarse a la autocrítica para evitar la autocomplacencia.
Sin ir más lejos, anda tan curtido en desengaños de todo tipo que suele presentarse como «Paco el patriota, licenciado en Ciencias Escépticas». Paco lo cuestiona todo.
Fundamentalmente, lo que huele a fuego amigo. Y sus brillantes análisis son los únicos que mantienen al tabernero embobado. Los oye sin rechistar.
‘El patriota’ insiste en que «se ha recurrido a un tapiz lampedusiano para tapar lo que siempre ha sido tan violento como valleinclanesco.
Ahora quizás se entiende algo más que Enrique de Vivero dijese aquello de que Vox iba a repetir las primarias hasta que ganara Lara y luego, pese a
que las ganó él, solo durase un mes en la presidencia provincial; tampoco extraña tanto que el propio ganador del proceso u otros candidatos se
hayan dado de baja como afiliados; o incluso cuadra que Lara encajase con desbordante deportividad la derrota», expone.
A Paco le parece insultante que «el elegido para la presidencia sea Antonio Sevilla, cabeza de la lista torremolinense en la que se coló la ahora casi
sociata Lucía Cuín».
Y le duele, sobre todo, «el oscurantismo que la cúpula del partido prioriza como algo natural en un proceso que le da voz a las bases.
Nunca sabremos a ciencia cierta por qué se repitieron las primarias o, ni siquiera, si De Vivero ha dimitido por voluntad propia o si lo han obligado»,
subraya con determinación pese al grosor de la mascarilla rojigualda por la que emite sus argumentos.

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Hay periodistas de todo pelaje, color, ideología.Y a su lado están los que son como «la vieja el visillo», que son aquellos que viven de divulgar chismes, invenciones, sospechas, vamos de liarla y encenagar la vida pública. Igual que hace unos años ha llegado a la política una generación de indocumentados, descerebrados e incapaces de ganarse la vida más allá de lo público, lo mismo ha ocurrido en el periodismo: inútiles que saben hilar cuatro ideas propias medran a la sombra de políticos que dirigen en la sombra sus columnas de opinión.Estos son únicamente una mano que escribe lo que le dictan. Evidentemente hay políticos en este país, la mayoría de ellos, a los que la llegada de Vox y su potencial les provoca pánico.Vox llega con ideas firmes de regeneración de la política y la vida en este país, y eso supone el fin de tanta sanguijuela que ahora le chupan la sangre a este país. Y la reacción es atacar y descalificar a toda costa a Vox, inventando, mintiendo y lo que haga falta. Nada nuevo por tanto.Todo muy repetido y aburrido.Tanto, que pocos ingenuos pican ya ese anzuelo.Pero lo más triste, Pedro Morales, es que desde dentro del partido haya sujetos que dan pábulo a esos ataques externos, únicamente porque sus ,tus, ansias particulares e intereses egoístas, no se ven satisfechos por el partido.Algunos ven a Vox como otro partido más de los que ya estamos acostumbrados en este maltratado país: agencias de colocación y enchufe para los poco escrupulosos.Pero resulta que Vox es tajante cuando sospecha que lo que mueve al sujeto cuando entra en Vox es su interés personal y no la lucha por e interés común de España.Muchas veces lo hemos visto ya a lo largo de todo el país.Y lo ocurrido en Málaga es solo un ejemplo más.Vox exige un comportamiento ético ejemplar, y al que no lo cumple se le aparta.Todo estamos muy satisfechos de que sea así.Tu también, verdad Pedro?Es más, ese es uno de los motivos por los que todos estamos en Vox.Tu también, verdad Pedro?
Jose Carlos Rivaspor supuesto y de ahí esta publicación.Porque he vivido lo sucedido en estos últimos meses y tristemente he visto como por culpa de esos pseudo periodistas, el dueño del medio y cuatro cuatreros a sueldo han acabado provocando un cisma en la dirección del partido.yo no tengo mas aspiraciones que las de buscar lo mejor para mi pueblo y mi país. afortunadamente tengo mi vida resulta y el hecho de entrar en política activa me supone mas perdidas que beneficios. como por ejemplo la diferencia entre jubilarme con 59 años o tener que hacerlo con 65.¿piensa sinceramente que tengo ambiciones personales en ese sentido?